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Comentario de la editorial:
Maus es la biografía de Vladek Spiegelman, un judío polaco superviviente de los campos de exterminio nazis, contada a través de su hijo Art, un dibujante de cómics que quiere dejar memoria de la aterradora persecución que sufrieron millones de personas en la Europa sometida por Hitler y de las consecuencias de este sufrimiento en la vida cotidiana de las generaciones posteriores. Apartándose de las formas de literatura creadas hasta la publicación de Maus, Art Spiegelman se aproxima al tema del Holocausto de un modo absolutamente renovador, y para ello relata la experiencia de su propia familia en forma de memoir gráfica, utilizando todos los recursos estilísticos y narrativos tradicionales de este género y, a la vez, inventando otros nuevos. La radicalidad narrativa de esta obra marcó un antes y un después en el universo de la novela gráfica, y por ello Maus obtuvo el primer y único premio Pulitzer otorgado a un cómic.
Llevaba mucho tiempo oyendo hablar de "Maus" y con tentaciones de comprarlo pero nunca me decidía hasta que al final, hace unos días, me hice con él y en apenas tres días devoré sus 296 páginas (esto para lectores habituales puede no ser nada, pero para mí, que leo mucho menos de lo que me gustaría y que suelo invertir poco tiempo al día en ello es mucho decir).
Este cómic se publicó en dos tandas bajo el título original de "Maus, a survivor's tale" en la revista "Raw". La primera tanda de seis episodios en 1980 y la segunda de cuatro episodios en 1991 y apareció hace unos años publicada en tapa dura y recopilada toda la historia.
El relato parte de los años 80's cuando Artie Spiegelman visita durante varios meses a su padre Vladek para que le cuente la historia de su vida y en especial todo lo relativo a su estancia en Polonia desde mediados de los años 30's hasta finales de los 40's con la ocupación nazi por lo que el cómic avanza y retrocede temporalmente manteniendo al lector en vilo con el drama de una persona que representa al drama de todo un pueblo. La historia se circunscribe en lo que casi es ya un género por la cantidad de obras, novelas y películas que se han hecho: el holocausto judío. Me ha recordado leyéndolo a títulos como "La lista de Schindler" o "El pianista" con las que guarda numerosos puntos en común y a los que seguramente este cómic pudo contribuir porque hace un repaso minucioso de la situación histórica que se vivió en Polonia y es una fantástica obra de referencia histórica, a parte de un excepcional cómic.
Evidentemente la historia que cuenta es interesante de por sí como lo es cualquier testimonio de las personas que sufrieron el azote racista de los nazis. Hoy en día, después de verlo y leerlo muchas veces aún sigue pareciendo increíble y espeluznante lo que ocurrió porque está más allá de toda lógica y sentido común pero por eso mismo cualquier documento que nos lo recuerda tiene su importancia porque contribuye a que permanezca en nuestra memoria y estemos alerta para que nunca más vuelva a ocurrir. En concreto este cómic pienso que tanto por lo que cuenta como por la forma en que es contado, con un dibujo de tono expresionista casi al modo de una pesadilla en blanco y negro, es muy eficaz en ese sentido.
La lectura es apasionante de principio a fin y está muy bien estructurada porque no cansa y porque te mantiene en vilo entre dos situaciones, ambas dramáticas de dos maneras diferentes. Lógicamente los sucesos que acontecen en Polonia con la ocupación nazi son dramáticos de por sí y simplemente uno asiste horrorizado e impotente a la forma en que se fue enrareciendo y haciendo opresiva la situación; pero lo que más me ha impactado porque no contaba con ello es el drama del personaje principal una vez superado el momento crítico, el increíble impacto emocional que provoca. Podemos estar preparados como lectores y/o espectadores para un drama intenso como lo es el de esta historia, pero sin duda no lo estamos para comprobar como el héroe de nuestra historia termina siendo víctima de sí mismo y de su pasado.
La historia que cuenta este cómic es profundamente conmovedora porque cualquiera de nosotros podría ser el protagonista y podría ser cualquiera de los judíos que murieron en los campos de concentración y porque a fin de cuentas, quien sobrevivió o quien pereció no fue por ser un héroe o un villano, por ser mejor o peor sino por tener más o menos suerte y estar o no en el lugar adecuado y a la postre el hecho de seguir con vida no se debió a una actitud irreprochable o a ser mejor que nadie. La historia de Vladek es la historia de cualquiera y por eso mismo nos llega mucho más hondo. El anciano Vladek es como todos los ancianos pero además está marcado por su pasado, no es un abuelito simpático, no es una persona fácil e incluso se muestra racista con los negros que conviven con él en Estados Unidos....En definitiva es una persona normal y corriente, condicionada por su educación y por sus circunstancias y perseguida por el drama toda su vida en mayor o menor intensidad.
"Maus" te hace reflexionar sobre la vida y sobre como el azar puerde condicionarla. En realidad todo puede ser producto del destino o del azar, llamémosle como queramos: dónde naces, donde creces, lo que te ocurre, lo que te rodea....A fin de cuentas nadie controla ese contexto y lo único que se dispone es de una actitud ante los acontecimientos que van sucediendo y de la propia inteligencia. Como bien rezan las primeras páginas de este cómic se trata del "relato de un superviviente". Un superviviente que se llamaba Vladek pero podría haber sido cualquiera.
A parte de lo meramente argumental, apasionante como ya he dicho por la minuciosidad con la que se va contando la historia y por el equilibio narrativo del autor, también destaca lo meramente gráfico. Junto al tono expresionista de la mayor parte del relato (evidente en el cuento "Prisionero en el planeta infierno" que se intercala entre medio) resulta curioso el tratamiento antropomórfico que se le da a los animales para representar cada una de las naciones: que los judíos sean ratones, los nazis gatos y los norteamericanos perros explica muchas cosas sin necesidad de palabras, pero además también lo hace que los polacos sean cerdos, los suecos ciervos o los franceses ranas.
Por último destacar que este cómic está considerado como una de las grandes creaciones en este mundillo. Es una obra adulta para un público adulto, minuciosa y de profunda carga dramática por lo que la crítica tiene una postura unánime al respecto. No conozco a nadie que lo haya leído y no le haya conmovido.
Comentario de la editorial:
Maus es la biografía de Vladek Spiegelman, un judío polaco superviviente de los campos de exterminio nazis, contada a través de su hijo Art, un dibujante de cómics que quiere dejar memoria de la aterradora persecución que sufrieron millones de personas en la Europa sometida por Hitler y de las consecuencias de este sufrimiento en la vida cotidiana de las generaciones posteriores. Apartándose de las formas de literatura creadas hasta la publicación de Maus, Art Spiegelman se aproxima al tema del Holocausto de un modo absolutamente renovador, y para ello relata la experiencia de su propia familia en forma de memoir gráfica, utilizando todos los recursos estilísticos y narrativos tradicionales de este género y, a la vez, inventando otros nuevos. La radicalidad narrativa de esta obra marcó un antes y un después en el universo de la novela gráfica, y por ello Maus obtuvo el primer y único premio Pulitzer otorgado a un cómic.
Llevaba mucho tiempo oyendo hablar de "Maus" y con tentaciones de comprarlo pero nunca me decidía hasta que al final, hace unos días, me hice con él y en apenas tres días devoré sus 296 páginas (esto para lectores habituales puede no ser nada, pero para mí, que leo mucho menos de lo que me gustaría y que suelo invertir poco tiempo al día en ello es mucho decir).
Este cómic se publicó en dos tandas bajo el título original de "Maus, a survivor's tale" en la revista "Raw". La primera tanda de seis episodios en 1980 y la segunda de cuatro episodios en 1991 y apareció hace unos años publicada en tapa dura y recopilada toda la historia.
El relato parte de los años 80's cuando Artie Spiegelman visita durante varios meses a su padre Vladek para que le cuente la historia de su vida y en especial todo lo relativo a su estancia en Polonia desde mediados de los años 30's hasta finales de los 40's con la ocupación nazi por lo que el cómic avanza y retrocede temporalmente manteniendo al lector en vilo con el drama de una persona que representa al drama de todo un pueblo. La historia se circunscribe en lo que casi es ya un género por la cantidad de obras, novelas y películas que se han hecho: el holocausto judío. Me ha recordado leyéndolo a títulos como "La lista de Schindler" o "El pianista" con las que guarda numerosos puntos en común y a los que seguramente este cómic pudo contribuir porque hace un repaso minucioso de la situación histórica que se vivió en Polonia y es una fantástica obra de referencia histórica, a parte de un excepcional cómic.
Evidentemente la historia que cuenta es interesante de por sí como lo es cualquier testimonio de las personas que sufrieron el azote racista de los nazis. Hoy en día, después de verlo y leerlo muchas veces aún sigue pareciendo increíble y espeluznante lo que ocurrió porque está más allá de toda lógica y sentido común pero por eso mismo cualquier documento que nos lo recuerda tiene su importancia porque contribuye a que permanezca en nuestra memoria y estemos alerta para que nunca más vuelva a ocurrir. En concreto este cómic pienso que tanto por lo que cuenta como por la forma en que es contado, con un dibujo de tono expresionista casi al modo de una pesadilla en blanco y negro, es muy eficaz en ese sentido.
La lectura es apasionante de principio a fin y está muy bien estructurada porque no cansa y porque te mantiene en vilo entre dos situaciones, ambas dramáticas de dos maneras diferentes. Lógicamente los sucesos que acontecen en Polonia con la ocupación nazi son dramáticos de por sí y simplemente uno asiste horrorizado e impotente a la forma en que se fue enrareciendo y haciendo opresiva la situación; pero lo que más me ha impactado porque no contaba con ello es el drama del personaje principal una vez superado el momento crítico, el increíble impacto emocional que provoca. Podemos estar preparados como lectores y/o espectadores para un drama intenso como lo es el de esta historia, pero sin duda no lo estamos para comprobar como el héroe de nuestra historia termina siendo víctima de sí mismo y de su pasado.
La historia que cuenta este cómic es profundamente conmovedora porque cualquiera de nosotros podría ser el protagonista y podría ser cualquiera de los judíos que murieron en los campos de concentración y porque a fin de cuentas, quien sobrevivió o quien pereció no fue por ser un héroe o un villano, por ser mejor o peor sino por tener más o menos suerte y estar o no en el lugar adecuado y a la postre el hecho de seguir con vida no se debió a una actitud irreprochable o a ser mejor que nadie. La historia de Vladek es la historia de cualquiera y por eso mismo nos llega mucho más hondo. El anciano Vladek es como todos los ancianos pero además está marcado por su pasado, no es un abuelito simpático, no es una persona fácil e incluso se muestra racista con los negros que conviven con él en Estados Unidos....En definitiva es una persona normal y corriente, condicionada por su educación y por sus circunstancias y perseguida por el drama toda su vida en mayor o menor intensidad.
"Maus" te hace reflexionar sobre la vida y sobre como el azar puerde condicionarla. En realidad todo puede ser producto del destino o del azar, llamémosle como queramos: dónde naces, donde creces, lo que te ocurre, lo que te rodea....A fin de cuentas nadie controla ese contexto y lo único que se dispone es de una actitud ante los acontecimientos que van sucediendo y de la propia inteligencia. Como bien rezan las primeras páginas de este cómic se trata del "relato de un superviviente". Un superviviente que se llamaba Vladek pero podría haber sido cualquiera.
A parte de lo meramente argumental, apasionante como ya he dicho por la minuciosidad con la que se va contando la historia y por el equilibio narrativo del autor, también destaca lo meramente gráfico. Junto al tono expresionista de la mayor parte del relato (evidente en el cuento "Prisionero en el planeta infierno" que se intercala entre medio) resulta curioso el tratamiento antropomórfico que se le da a los animales para representar cada una de las naciones: que los judíos sean ratones, los nazis gatos y los norteamericanos perros explica muchas cosas sin necesidad de palabras, pero además también lo hace que los polacos sean cerdos, los suecos ciervos o los franceses ranas.
Por último destacar que este cómic está considerado como una de las grandes creaciones en este mundillo. Es una obra adulta para un público adulto, minuciosa y de profunda carga dramática por lo que la crítica tiene una postura unánime al respecto. No conozco a nadie que lo haya leído y no le haya conmovido.