lunes, 6 de junio de 2011

"La dinastía de los patos"

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Editorial: Planeta-De Agostini
Colección: Disney Cómics
Nº páginas: 360 pp.
ISBN: 978-84-674-6459-7
Dimensiones: 320 x 220 mm.
Fecha publicación: 12-01-2008
Precio con IVA: 19.18€

Componen la saga:

- Tío Gilito y el retumbo lunar ****
- Cleopata y los papiros del Gih-Lih-Theo ***
- Petronius Gilitus y la caída de los bárbaros (dividido en dos episodios) **
- Petronius Gilitus y los sestercios de Goofius Augustus **
- Gilly MCPato y las libras de tatarabuela pato ****
- Don Aldo del gafe y el rey del Ruedo **
- Donald y el filibustero de Pensacola ***
- Tío Gilithon y los cañones del Misisipí ***
- Tío Gilito y el oro del Klondike ***


Información editorial: ¡La más increíble y elaborada saga en torno a los personajes Disney jamás contada vuelve para disfrute de todos! A lo largo de sus 360 inolvidables páginas, La Dinastía de los Patos presenta con todo lujo de detalles el prodigioso relato del árbol genealógico de la familia Donald, desde los tiempos de la Antigüedad hasta el futuro y más allá... demostrando que la Historia también tiene su lado divertido. Considerada como uno de los clásicos absolutos de los cómics Disney, se presenta ahora en una edición exclusiva para coleccionistas, que incluye un capítulo extra totalmente inédito.
























Qué reconfortante es siempre eso de recuperar los buenos momentos de la infancia, son sensaciones que a menudo se recuerdan con cariño. La verdad es que no tenemos mucho tiempo para pararnos a recordar, pero de pronto aparece algo que te hace echar a volar la mente y es posible acordarse incluso de cosas que parecían completamente perdidas en nuestro subconsciente. Quizás no es como la magdalena de Proust en “En busca del tiempo perdido”, pero algunos libros y cómics tienen ese efecto y permiten un literal viaje en el tiempo..

Es lo que me ha pasado con “La dinastía de los patos”, un cómic integral que Planeta DeAgostini reeditó en 2009 con tapa dura recuperando una historia que ya había publicado en España en el semanario Don Miki concretamente entre los números 57 y 61 de octubre a diciembre de 1977. Fue verlo en la estantería de una tienda y lanzarme a comprarlo como poseído ante la perpleja mirada de mi acompañante.

En mi caso el significado emotivo de este cómic es especial porque el comienzo de la saga fue el primer cómic que recuerdo que me comprara mi padre quizás atraído porque la revista ofrecía una moneda por ejemplar a modo de obsequio. Eso es porque el argumento gira en torno a unas monedas que van pasando de generación en generación por los antepasados del tío Gilito, Donald y los sobrinos desde el antiguo Egipto hasta la época actual y con ellas podías formar una pequeña colección. Aquel fue el inicio de una larga relación con Don Miki que duraría hasta bien entrada mi adolescencia, la mía y me consta que la de toda una generación aquí en España que esperaba cada semana a que saliera un nuevo número que devorar mientras te comías el tigretón de turno ¡¡¡¡Qué recuerdos!!!!.




















No sé cuántas veces llegaría a leer aquella saga, pero recuerdo que era una de mis favoritas y no sólo mía porque con el paso de los años también ha quedado como una de las historias más largas que se hicieron y una de las joyas de los cómics basados en Disney que se idearon y dibujaron en Italia bajo los auspicios de Guido Martina (redactor que ideó el proyecto) en la revista “Topolino”. La idea nació en 1970 poco después de que el hombre llegara a la luna, por lo que no debe extrañar que en el primer capítulo hagan precisamente un viaje hasta allí y en los dibujos y tintas estuvieron Romano Scarpa, Giovanni Battista Carpi y Giorgo Cavazzano (seguramente el más destacado ilustrador de la Disney en Italia).

Recuperarla hoy es un placer por lo que significa y por los recuerdos que trae, pero también es una delicia porque aunque su argumento está destinado a un lector infantil es una forma fantástica de indagar en el árbol genealógico de los personajes de Disney o de descubrirlo si no se conoce.

Como curiosidad decir que esta edición de la que hablo incorpora entre los episodios 2 y y 4 un nuevo capítulo que se creó en el año 2005 llamado “Petronius Gilitus y la caída de los bárbaros” con guión de Alberto Savini y dibujos de Andrea Feccero y que, aunque para mi gusto no está tan logrado como el resto, enlaza los acontecimientos del antiguo Egipto con los de Roma.

No es la historia más larga que se ha escrito sobre estos personajes, ya que también se hizo en 1990 también en “Topolino” una aventura que transcurría a lo largo de 348 páginas titulada “En busca de la piedra zodiacal”, pero en cualquier caso estos datos son meramente anecdóticos porque lo importante, pienso yo, no es la extensión, sino el mimo y cariño con el que los autores construyeron estos argumentos, que es algo que después se transmite entre nosotros los fieles lectores ya que de alguna forma son las historietas que más poso dejan en nuestro recuerdo.

Me parece un cómic ideal tanto si se quiere conocer el trabajo que se hizo en la revista Don Miki a finales de siglo pasado como si uno nunca ha leído nada de ella. Y ya he dicho que para los que lo leímos en su día es una pequeña joya de coleccionista.


¡¡¡CUIDADO SPOILERS!!!

A modo de homenaje simplemente destacar aquellos momentos que de una forma u otra permanecieron en mi memoria a través de los años y que he vuelto a disfrutar. Es curioso, a veces recuerdas ciertos pasajes que no sabes de donde proceden y redescubrirlos en su ubicación produce un goce especial. Yo me acordaban especialmente del momento en que Eungenio se duerme en la nave mientras Gilito está en la luna; del truco para transportar el dinero en los camellos; de cómo se zafan los sobrinos de los golfos apandadores en el Nilo usando un espejo; del dibujo del ocaso en el número de Roma (una de esas ilustraciones que por su composición más me atraían); ese odiado por miedica emperador Goofius; la presencia de “secundarios” de lujo como los antepasados de Rockeduck y Pete Patapalo; el toque fantasmagórico de Escocia con su monstruo del lago Ness incluido; el tono romántico-taurino del número inspirado en la España de los reyes Católicos con Minnie como reina; la fuerza del personaje del Filibustero (un Donald más próximo a Patomas que a sí mismo); cómo ocultan el barco del Mississipi; la novia del tío Gilito y los pequeños Gilito y Rockerduck buscando oro....En fin, es una historia que disfruté tantas veces que forma parte de mis recuerdos más queridos y como yo, de mucha gente.

Un cómic recomendable sobretodo para nostálgicos y para quienes nunca leyeron nada de los viejos Don Mikis y están en edad de disfrutarlos como corresponde. No nos engañemos, es una historia que precisa de cierta edad para sacarle todo su jugo.